El sonido de la flauta fluye desde el interior del cuerpo humano hacia el instrumento y del instrumento hacia el exterior. El aire vibra en el tubo movido por el aliento y produce el sonido. Al aliento lo mueve la energía interior: chi para los chinos o prana para los hindús. Así pues, al sonido lo anima la energía y surge de la respiración, un factor vital junto con el latido del corazón. Los dos responden a una alternancia, a un ritmo cíclico de expansión-contracción, de lleno-vacío. En la naturaleza todo responde también a ciclos: el día y la noche, el paso de las estaciones, las épocas húmedas y las épocas de sequía… El ser humano responde a ciclos tal como lo hace el resto del universo. Tiene dentro suyo el universo entero, así como también lo encontramos simbólicamente en la música. A partir de la base del sonido se desarrollará toda la multiplicidad de notas musicales. La gama de notas, su variedad tanto por altura, color, dinámica o articulación, representa la diversidad de todo lo manifestado.
Este disco contiene una selección de piezas para flauta sola que he ido incorporando a lo largo de mi ciclo vital. Cada una tiene un significado especial para mí, desde las obras más habituales que estudié y presenté a exámenes y concursos al principio de mi carrera hasta otras que me han dedicado o han sido escritas para mi en la etapa más reciente. Otras piezas me transportan al sonido de las flautas de bambú japonesas o la flauta de los nativos americanos, propias de culturas tradicionales. También las hay de inspiración oriental, espiritual. En todo caso, el contenido de este disco está relacionado con lo que para mí significa tocar la flauta: una experiencia en la cual tomo consciencia de la vida sin pensar en ella. He grabado en estado meditativo y eso es lo que me gustaría transmitir en la escucha.
Image, op. 38 (1939), de Eugène Bozza, es una obra fresca, de carácter primaveral, viva y chispeante, de las primeras que introduje en mi repertorio para flauta sola y que me ha acompañado desde la juventud. Representa un punto de partida y por eso la he escogido para abrir el disco.
De la alternancia de origen y presente surge la situación en segundo lugar de las dos piezas del canadiense Jonathan G. Bayley: …From Within (1981) y Music for Pan (1976). A finales de los años 70 y principios de los 80 del siglo pasado el flautista de jazz Paul Horn presentó la flauta en sol al compositor, que se encontraba estudiando en el Banff Center for the Arts de Alberta. La primera pieza busca un sonido interior, integrado con la respiración, mientras que en la segunda, dedicada a Jeanne Baxtresser, destaca la forma y articulación de reminiscencias barrocas a la vez que remite a la leyenda mitológica de Pan y Syrinx, tan ligada al repertorio para flauta.
Benjamin Britten compuso sus 6 Metamorfosis según Ovidio, op. 49 (1951) para oboe solo inspirándose en diversos personajes de la mitología grecoromana. Pan forma parte de este grupo de piezas y decidí hacer la versión para flauta en 2013 en homenaje al centenario del nacimiento del compositor. Me gusta tocar esta obra al lado de la célebre Syrinx (1913) de Claude Debussy. Así como en Britten busco la riqueza en armónicos de un instrumento de doble caña, Debussy requiere de la flauta travesera el carácter propio de la flauta de Pan o siringa.
Toru Takemitsu amó profundamente la flauta y la flauta en sol, a las que dio un papel destacado dentro de su obra. De herencia impresionista y debussyniana, dedicó Air (1995) a Aurèle Nicolet, importante flautista desaparecido en 2016, como regalo de cumpleaños. Es, además, la última obra del compositor japonés poco antes de su propia muerte.
Según la antigua tradición del Japón, se creía que el sonido de la flauta podía llegar a las almas de los difuntos; dirigir el aliento a la flauta posibilitaba comunicarse, a través del sonido, con algo superior. Kazuo Fukushima presenta una fuerte influencia de la cultura y la filosofía ancestrales de su país en su música, como se hace evidente con las sonoridades y el significado de Requiem (1956).
Otras sonoridades ancestrales, esta vez procedentes de las tribus nativas norteamericanas, se escuchan también en Kokopeli (1990) de Katherine Hoover. Conocí personalmente a la compositora en el año 2012, trabajé con ella esta pieza y la interpreté en directo en la conferencia que ofreció el 29 de febrero de ese mismo año en el Conservatorio del Liceo de Barcelona. Kokopeli fue un héroe legendario de la tribu de los Hopi, que condujo a la migración de su pueblo a través de los cañones, los valles y las montañas gracias a los ecos que producía el sonido de su flauta. La pieza captura esta sensación de amplitud en el espacio y el estado de conexión con la tierra propias de los nativos.
Otra compositora con quien he tenido el placer de trabajar es Marian Marquez, que me dedicó Abril (2016). Estrené la obra en verano de 2016 dentro del Bouquet Festival de Tarragona. La pieza evoca la salida del sol, el canto de diversos pájaros, algún insecto, el viento, la plenitud del mediodía, la lluvia…, y describe mucho de lo que nos trae la naturaleza en este mes del año.
La colaboración con el compositor Conrad Setó queda reflejada en este disco a través de la grabación de dos de sus obras. La primera de ellas, Narració (2010), fue escrita originalmente para un instrumento popular catalán: la gralla. La partitura me sugirió la posibilidad de experimentar con la flauta en sol y hacer con ella una versión personal con un resultado sonoro bastante diferente. La segunda obra Poema-Raga (2017), para flauta sola y electrónica, es de nueva composición, especialmente escrita para mí. Trabajar al lado del compositor y estar presente en el proceso de creación ha sido una experiencia nueva muy enriquecedora, que abre caminos hacia el futuro.
Isabel Serra Bargalló, verano 2017
Imprimir: Flute Spirit (castellano)